Las vertiginosas dinámicas del mundo moderno han desencadenado una tendencia familiar muy poco convencional: parejas que prefieren mascotas en lugar de hijos. Este fenómeno cultural se ha hecho cada vez más frecuente en...
Las vertiginosas dinámicas del mundo moderno han desencadenado una tendencia familiar muy poco convencional: parejas que prefieren mascotas en lugar de hijos. Este fenómeno cultural se ha hecho cada vez más frecuente en parejas de mediana edad, es decir, aquellas que superan los 30 años, quienes suplantan el rol del hijo adoptando una mascota.
Los especialistas aseguran que en muchas sociedades la paternidad se ha ido convirtiendo en un tema lejano, ya que otros aspectos de la vida tienden a ser tomados como prioridad, como es el caso de los estudios, la vida en pareja, el ascenso laboral y búsqueda de una mejor situación económica. Para cubrir con las necesidades emocionales, especialmente aquellas que tienen que ver con la paternidad, estas parejas prefieren optar por tener un animal en casa.
Un artículo dedicado al tema, publicado en el sitio web “Infobae” (http://www.infobae.com/2014/07/26/1583332) reúne la opinión de los especialistas, quienes coinciden en que este comportamiento se manifiesta con más fuerza en las familias de niveles socio económicos medios y altos, en donde las cuestiones laborales y de otras índoles hacen que la decisión de ser padres se postergue.
Un aspecto importante…
…y que ayuda a que esta decisión se tome con más facilidad es la relación cercana que se tiene con los animales o mascotas, así como la forma en que fácilmente se pueden llegar a encariñar con ellos.
Esto se evidencia en el hecho de que muchas personas humanizan a sus mascotas, llegando a sustituir de esta manera la presencia de un futuro hijo. Les compran ropa de diseño, los llevan de vacaciones, les celebran cumpleaños, les hacen masajes en un spa para mascotas, pagando cantidades excesivas de dinero en estilistas.
Especialistas afirman que este tipo de comportamientos responden a una tendencia orientada a no sentirse plenamente capacitado para formar una familia, llenando esta necesidad a través de la adopción de una mascota. Esto les permite ejercer el rol de cuidadores o padres, sin todas las exigencias psicológicas, emocionales, materiales y de otra índole que trae consigo criar un hijo. Es particularmente llamativo que este tipo de personas no sienten afinidad real con la paternidad, pero que de alguna manera quieren vivir la experiencia.
Por otro lado, es importante destacar que tener una mascota trae consigo innumerables beneficios, entre los que destacan la forma en la que se
desarrolla positivamente la relación entre las personas y los animales, el sentido de la responsabilidad, los valores y se obtiene de ellos una excelente compañía.
Fuente: Infobae http://www.infobae.com
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